Thank you to those who helped with Easter Triduum this year. Whether with decorations, music serving Mass and liturgies, thank you. Particularly, thank you to our dedicated persons who took care of the live streaming.
Today we celebrate the Feast of Divine Mercy. In the 1930s Jesus appeared to a cloistered Polish nun, St. Faustina. He revealed to hear a prayer called the ‘Chaplet of Divine Mercy’. It was to be said on the Rosary beads. On the ‘Our Father’ bead one would say, ‘Eternal Father, I offer you the Body and Blood, Soul and Divinity of your dearly beloved Son, Our Lord Jesus Christ. In atonement for our sins and those of the whole world.’ On the ‘Hail Mary’ beads one would say, ‘For the sake of His Sorrowful Passion, have mercy on us and on the whole world.’
Jesus’ words to Sr. Faustina:
Encourage souls to say the Chaplet which I have given you. . . . Whoever will recite it will receive great mercy at the hour of death. . . . When they say this chaplet in the presence of the dying, I will stand between My Father and the dying person, not as the just Judge but as the Merciful Savior. . . . Priests will recommend it to sinners as their last hope of salvation. Even if there were a sinner most hardened, if he were to recite this chaplet only once, he would receive grace from My infinite mercy. I desire to grant unimaginable graces to those souls who trust in My mercy. . . . Through the Chaplet you will obtain everything, if what you ask for is compatible with My will.
Our Lord specifically asked that the Chaplet be said as a novena, especially on the nine days from Good Friday to Divine Mercy Sunday (Second Sunday of Easter). He promised, ‘By this novena I will grant every possible grace to souls.’
God bless
FRVW
Gracias a todos los que ayudaron con el Triduo Pascual este año. Así haya sido con las decoraciones, música, sirviendo durante la Misa y liturgias, gracias. Particularmente, gracias a nuestras dedicadas personas que hicieron posible las transmisiones en vivo.
Hoy celebramos la Fiesta de la Divina Misericordia. Durante los años de 1930 Jesús se apareció a una monja polaca enclaustrada, Santa Faustina. Él le revelo una oración llamada la ‘Coronilla de la Divina Misericordia’. Debía ser recitada en el las perlas del Rosario. En la perla del ‘Padre Nuestro’ uno debía decir ‘Padre Eterno, te ofrezco el Cuerpo, Alma y Divinidad de tu amadísimo Hijo, Nuestro Señor Jesucristo, como propiciación de nuestros pecados y los del mundo entero’. En las perlas del ‘Ave María’ uno debería decir, ‘Por Su Dolorosa Pasión, ten misericordia de nosotros y del mundo entero’.
Las palabras de Jesús a Santa Faustina:
Reza incesantemente esta coronilla que te he enseñado. Quienquiera que la rece recibirá gran misericordia a la hora de la muerte… Cuando recen esta coronilla junto a los moribundos, Me pondré entre el Padre y el alma agonizante, no como el Juez justo sino como el Salvador misericordioso… Los sacerdotes se la recomendaran como la última tabla de salvación. Hasta el pecador más empedernido, si reza esta coronilla una sola vez, recibirá la gracia de Mi misericordia infinita. Deseo que el mundo entero conozca Mi misericordia…A través de ella obtendrás todo, si lo que pides está de acuerdo con Mi voluntad.
Nuestro Señor pidió específicamente que se rezara como Novena, especialmente durante los nueve días desde el Viernes Santo hasta el Domingo de la Divina Misericordia (el segundo Domingo de Pascua). El prometió, ‘A través de esta novena, yo otorgare a las almas todas las gracias posibles’.
Dios los bendiga
FRVW
