How has the last week been for everyone? It is a week that will be remembered for many years I would think. A microscopic germ has turned the world upside down. A world far advanced to any one before it. Yet, how quickly can the entire world be reminded of our need for God.
Do you recall Our Lord’s words about building one’s house? In Matthew 7: 24-27 Our Lord says, Every one then who hears these words of mine and does them will be like a wise man who built his house upon the rock; and the rain fell, and the floods came, and the winds blew and beat upon that house, but it did not fall, because it had been founded on the rock. And every one who hears these words of mine and does not do them will be like a foolish man who built his house upon the sand; and the rain fell, and the floods came, and the winds blew and beat against that house, and it fell; and great was the fall of it.
Perhaps, some have focused a bit much on material possessions, comforts and pleasures – this world. To do so is exactly what Our Lord speaks of when he speaks of one building his house upon sand. When the storms of life come – a virus that kills persons, disrupts life and cripples economies – the Devil can use them to wash away people’s hope, trust, peace, joy and love.
On the other hand, when one builds one’s life upon Jesus and a personal relationship with Him, His teachings, His sacraments, etc. one builds one’s life upon the Rock – the almighty, all-loving, all-merciful God. He strengthens us to weather storms that come in life; to give us a greater hope, trust, peace, joy and love.
As Catholics and Christians, Our Lord wants us to be a light in the darkness of this storm called ‘COVID-19’. How much good does He want to bring out of this pandemic! How often did Mother Teresa say that people will listen to what we have to say when they know they are loved?! Far from running away to isolate ourselves, how can we love our neighbor? Surely, good-health practices are necessary. That said, what can I do for my spouse, my children, my extended family, my neighbor, my workmates? Give a call to check in on them? Deliver food to those who cannot get out? Read a book to son or daughter? Help a brother or sister with a chore? Play a game with the family?
How many people have built their houses upon sand and are therefore afraid, panicked and tempted to despair. Our Lord wants us to be the light for them through our peace, hope, joy and love.
God bless
FRVW
¿Cómo ha sido la última semana para todos? Es una semana que va a ser recordada durante muchos años, creo. Un germen microscópico ha puesto al mundo de cabeza. Un mundo más avanzado que nunca. Sin embargo, cuán rápido necesita recordar el mundo la necesidad que tiene de Dios.
¿Recuerdan ustedes las palabras de Nuestro Señor acerca de construir uno su propia casa? En Mateo 7:24-27, Nuestro Señor dice: Si uno escucha estas palabras mías y las pone en práctica dirán de él: aquí tienen al hombre sabio y prudente, que edificó su casa sobre roca. Cayó la lluvia, se desbordaron los ríos, soplaron los vientos y se arrojaron contra aquella casa, pero la casa no se derrumbó, porque tenía los cimientos sobre roca. Pero dirán del que oye estas palabras mías, y no las pone en práctica: aquí tienen a un tonto que construyó su casa sobre arena. Cayó la lluvia, se desbordaron los ríos, soplaron los vientos y se arrojaron contra esa casa: la casa se derrumbó y todo fue un gran desastre.
Quizás, algunos se han enfocado un poquito más de la cuenta en posesiones materiales, comodidades y placeres – en este mundo. Hacer eso es exactamente de lo que Nuestro Señor habla cuando habla de construir la casa de uno sobre arena. Cuando las tormentas de la vida vienen – un virus que mata personas, interrumpe la vida y paraliza la economía – el demonio lo puede usar para arrasar con la esperanza, confianza, paz, alegría y amor de la gente.
Por otro lado, cuando uno construye la vida sobre Jesús y una relación personal con Él, sus enseñanzas, sus sacramentos, etc., uno construye la vida propia sobre Roca – el Dios todopoderoso, todo amor y toda misericordia. Él nos fortalece en las tormentas que vienen nos vienen en la vida; para darnos una gran esperanza, confianza, paz, alegría y amor.
Como católicos y cristianos, Nuestro Señor quiere que seamos una luz en la oscuridad de esta tormenta llamada ‘COVID-19’. ¡Cuántas cosas buenas quiere el sacar de esta pandemia! ¿Cuán a menudo dijo la Madre Teresa que la gente va a escuchar lo que tengamos que decir cuando sepan cuanto es amada? Lejos de huir para aislarnos, ¿cómo podemos amar a nuestro prójimo? Por supuesto, es necesario tener buenas prácticas de salud. Habiendo dicho esto, ¿qué puedo hacer por mi esposo (a), mis hijos, mis parientes, mis vecinos, mis compañeros de trabajo? Llámenlos para chequear como se encuentran, llévenle comida al que no puede salir, lean un libro con alguno de sus hijos, ayuden a sus hermanos con alguna tarea en la casa, jueguen un juego en familia.
¿Cuántas personas han construido sus casas sobre arena y por lo tanto están asustadas, aterrorizadas y tentadas a desesperarse? Nuestro Señor quiere que seamos la luz para ellos a través de nuestra paz, esperanza, alegría y amor.
Dios los bendiga
FRVW